viernes, 8 de abril de 2011

La manipulación

Piensa: ¿Quiénes te pueden manipular? ¿Cómo distingues la verdad, la información, la mentira y la manipulación, venga de dónde venga? Por ejemplo: las estrellas de la música, como Hanna Montana o Justin Bieber, son un producto, al igual que las del cine o la tv. ¿Quién se acordará de ellos dentro de cinco años? ¿Te acuerdas de los actores de Luna Nueva o ya los has sustituido por otros? Son un producto de consumo, nada más. Lo que quieren es vender, ganar dinero.
¿Piensas que los educadores, los científicos, los curas te quieren manipular? ¿Por qué? ¿Qué conseguirían si lo hicieran?
Leer libros, comparar información, ¿sirve para que no te engañen?
TE PUEDE MANIPULAR CUALQUIER PERSONA O MEDIO DE COMUNICACION. LA VERDAD Y LA MENTIRA SE DIFERENCIAN POR COSAS QUE TE CUENTAN ALGO Y OTRA OTRA COSA PARECIDA PERO CON DIFERENCIAS. LA INFORMACION Y LA MANIPULACION SE PUEDEN DISTINGUIR POR COMO TE LO CUENTAN DIFERENTES MEDIOS DE COMUNICACION. DE JUSTIN BIEBER Y DE HANNAH MONTANA SABE DIOS QUIEN SE ACORDARA DE ELLOS SON MUSICA COMERCIAL. LOS DE LUNA NUEVA AL PRINCIPIO TODOS SABIAN QUIENES ERAN PERO AHORA NADIE HABLA DE ELLOS. NI EDUCADORES NI CIENTIFICOS NI CURAS MANIPULAN PORQUE SI LO HICIESEN SERIA UNA TONTERIA. LEER LIBROS TE PUEDEN ENSEÑAR A EVITAR LA MANIPULACION.

viernes, 1 de abril de 2011

Sábado Santo

"Jesús yace en su tumba y los apóstoles creen que todo se acabó. Todo el día sábado su cuerpo descansa en el sepulcro Pero su madre, María, se acuerda de lo que dijo su hijo : "Al tercer día resucitaré". Los Apóstoles van llegando a su lado, y ella les consuela. "

"El Sábado santo es un día de luto inmenso, de silencio y de espera vigilante de la Resurrección. La Iglesia en particular recuerda el dolor, la valentía y la esperanza de la Virgen María. "

Sábado Santo. Ella representa la angustia de una Madre que tiene entre sus brazos a su Hijo muerto, pero no se puede olvidar en este momento ella es la única que conserva en su corazón las palabras del anciano Simeón, que si bien él profetizó que Cristo sería signo de contradicción y una espada le traspasaría el alma, también indicó que Jesús sería signo de resurrección.

Lo que los discípulos habían olvidado, María lo conservaba en el corazón: la profecía de la resurrección al tercer día. Y María esperó hasta el tercer día

Generalmente en las mañanas se realizan retiros de reflexión en torno a este tema, y la tarde resulta ser más bien de tranquilidad, oración y de espera al Jesús Resucitado

Los medios de comunicación

por un lado estar
atento y distinguir entre simples opiniones y opiniones argumentadas y sobre todo desarrollar la propia
formación y la social en la medida de lo posible.
También cabe argumentar que la calidad del periodismo ha descendido brutalmente en los últimos años y que
a veces se daba más importancia a la forma que al contenido, llegándose al extremo de decir sonriendo porque
así agradaba a la audiencia noticias no siempre agradables por poner un ejemplo.

André Frossard

André Frossard, uno de los mejores escritores de esta era. No encontré mejor opción que transcribirles de él mismo, una suerte de recopilación de hechos que lo hicieron cambiar rotundamente de pensar, dado que era un ateo recalcitrante, y encontrar a Dios.
Creo que cae a pelo para muchos de nosotros en los que existe un catolicismo displicente que se saca del armario para los bautizos, las comuniones, los matrimonios, los funerales y nada más.
André Frossard nació en Francia en 1915. Fue educado en un ateísmo total. Encontró
la Fe a los veinte años, de un modo sorprendente, en una capilla del Barrio Latino, en la que entró ateo y salió minutos más tarde “católico, apostólico y romano”.
Nos lo cuenta él mismo: “Éramos ateos perfectos, de esos que ni se preguntan por su ateísmo. Los últimos militantes anticlericales que todavía predicaban contra la religión en las reuniones públicas nos parecían patéticos y un poco ridículos, exactamente igual que lo serían unos historiadores esforzándose por refutar la fábula de Caperucita roja. Su celo no hacia más que prolongar en vano un debate cerrado mucho tiempo atrás por
la razón. Pues el ateísmo perfecto no era ya el que negaba la existencia de Dios, sino aquel que ni siquiera se planteaba el problema.
Dios no existía. Su imagen o las que evocan su existencia no figuraban en parte alguna de nuestra casa. Nadie nos hablaba de Él. No había Dios. El cielo estaba vacío; la tierra era una combinación de elementos químicos reunidos en formas caprichosas por el juego de las atracciones y de las repulsiones naturales. Pronto nos entregaría sus últimos secretos, entre los que no había en absoluto Dios.